Queremos contarles el caso de una paciente a la que tuvimos la oportunidad de atender y que nos animó a escribir, debido a que sus síntomas eran frecuentes en nuestros pacientes.

¿Quién no ha escuchado a otra persona quejarse de un exceso de tensión en el cuello y zona alta de la espalda?, o mejor, ¿quién no ha querido recibir un agradable masaje, que haga desaparecer la tensión de los músculos del cuello, luego de una jornada laboral?

Múltiples causas hacen aparecer y permanecer la tensión de los músculos de tu cuello, podemos mencionar el estrés al que estamos sometidos hoy por hoy, debido a nuestro caótico estilo de vida, malas posturas, algún evento traumático que lesione nuestro cuello, un mal gesto, entre muchas, solo por nombrar las más conocidas. En ocasiones encontramos más de una causa dentro de un mismo paciente. Esta paciente, como muchos de nosotros, sentía mucha tensión sobre sus trapecios, cuello y la zona más alta de su espalda, en ocasiones, llegaba a ser dolor y ardor al final de su jornada laboral. Presentaba también dolores de cabeza, rigidez en horas de la mañana luego de levantarse y ocasional adormecimiento de una mano; todo esto desde hace más de un año.

Tras un “interrogatorio” y la evaluación física pertinente, se encontraron varias causas de sus síntomas, pero una en especial, la que nos pareció más influyente, y que con mucha frecuencia encontramos en nuestros pacientes. Se trata de lo que se conoce como Tensión Neural.

Tensión Neural no es más que una situación en la que un nervio, cualquiera, se encuentra en constante tensión mecánica, como sí mantuviésemos una cuerda estirada y tensa al tirar de sus dos extremos. Los nervios se encuentran entre nuestros músculos y lo normal es que puedan, mecánicamente hablando, deslizarse y moverse libremente en todo su recorrido a través de ellos, al momento de nosotros movernos; de lo contrario pueden estar tensos como el ejemplo de la cuerda y dar síntomas.

La aparición de esta Tension Neural encuentra varias causas, y es tan común como escuchar:

“tengo el cuello cargado”, seguido de un auto-masaje, no se trata de un problema mayúsculo. Normalmente nos aterramos si nos hablan de los nervios, si nos llegan a decir que tenemos un nervio afectado inmediatamente nos angustiamos, los peores pensamientos vienen a nuestra cabeza y nos imaginamos que es algo muy grave. Una lesión verdadera de un nervio puede llegar a ser algo grave, pero a lo que se refiere la Tensión Neural es más simple, no es grave, solo habla de una alteración mecánica en la que un nervio no puede moverse libremente, lo que NO significa que el nervio esté lesionado en sí.

Esta paciente, a demás de otros factores, mantenía una Tensión Neural bastante importante en los nervios que se encuentran entre sus músculos del cuello, y en otras zonas de su cuerpo.

Lo relevante para destacar de esta situación es que, cuando un nervio carece de libertad para moverse o deslizarse, los músculos que lo rodean entran en tensión, cómo un reflejo, y viceversa, cuando un músculo sufre una contractura o sobrecarga puede disminuir la movilidad normal del nervio, lo que ocasionaría más tensión muscular, convirtiéndose en un ciclo vicioso, hasta cronificar el síntoma, la contractura o la sobrecarga muscular. En conclusión; un nervio sin movimiento conlleva a un músculo tenso, y un músculo tenso conlleva a un nervio sin movimiento.

Tras detectar esta condición en nuestra paciente, se procedió a realizar un tratamiento para corregir algunos factores que mantenían sus síntomas, pero sobre todo se hizo énfasis en devolver a sus nervios un deslizamiento y movilidad normal a través de los músculos, tanto del cuello como del resto de su cuerpo. Desde la primera y tras tres sesiones, la paciente advierte sobre una mejoría significativa de sus síntomas, se percibe mayor amplitud de movimiento en su cuello y cabeza, nos comenta que culmina su jornada laboral en mejor forma, sin aquella excesiva carga muscular que le generaba, en ocasiones, dolor y malestar. También comenta que al levantarse por la mañana no hay sensación de rigidez y sus dolores de cabeza han desaparecido.

Es importante tener en consideración la movilidad de los nervios a la hora de tratar las sobrecargas y tensiones musculares, con el fin de detectar si existe alguna irregularidad en la mecánica de los mismos, y poder realizar un tratamiento eficaz que rompa con este ciclo vicioso: Tensión Neural-Contractura Muscular-Tensión Neural.

Como mencionamos antes, nos animamos a escribir brevemente lo que más nos llamó la atención de este caso, y nos pareció prudente comentarlo, en vista de la frecuencia con que se repite este síntoma dentro de nuestro entorno, y la frecuencia con que se encuentra esta condición en nuestros pacientes, no solamente en la región del cuello, también en otras regiones del cuerpo, como es el caso de otra paciente, que nos consultó por una sobrecarga de sus músculos de la parte posterior de una de sus piernas, y que presentaba una condición similar.

No todos los dolores y sobrecargas del cuello son producto de esta Tensión Neural, antes mencionamos que son muchas las razones, lo importante en cualquier caso es identificar bien la causa, o la de mayor influencia y elaborar un tratamiento que ataque el origen del problema y no solo tratar las consecuencias, es decir; los síntomas, en este caso, la sobrecarga de los músculos del cuello. De nada servirá tratar los síntomas si no se ataca la causa.

Apreciado lector gracias por el tiempo que dedicaste al leer estas breves palabras, y por permitirnos haberte contado un caso curioso pero a su vez común, que como muchos otros nos ayudan cada día a nuestro crecimiento profesional en beneficio de la salud de nuestros pacientes.

Luis Noriega

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