¿Dolor en el gemelo? ¿Dolor al ponerte de puntillas?
Presentamos el soleo, un músculo encargado de realizar la extensión del pie y que nos permite colocarnos de puntillas. En ocasiones, este músculo se considera como parte del tríceps sural debida a su estrecha relación. El soleo está situado en la parte ínfero-posterior de la rodilla, inferiormente a los gastrocnemios (gemelos).
Es un músculo originado a nivel de tibioperoneo, se inserta en el calcáneo de esta manera da estabilidad al cuerpo humano. Es inervado por el N. Tibial ramas de S1-S2.
La principal causa de lesión en el soleo es el exceso de uso o de kilómetros. Cuando el soleo y gastrocnemios (gemelos) sufren una rotura hay que hablar de la famosa pedrada. En todas las roturas musculares podemos encontrar diversos grados de gravedad en función del tamaño y los músculos afectados, tenemos grado I, II, III:
- Grado I. La conocida como microrrotura que afecta a las fibras musculares, donde podría aparecer un hematoma debido a las roturas de fibras capilares, suele ser la más habitual.
- Grado II. La llamada rotura parcial, se produce debido a un mayor número de fibras musculares afectadas, pero sin llegar a la afectación total del vientre muscular. El diagnóstico mediante la palpación y posteriormente la ecografía es la mejor forma de valorar la altura de la lesión, se puede notar debido a una deformación o un pequeño salto de la zona muscular mediante el momento de la palpación.
- Grado III. Encontramos la rotura total del vientre muscular, el dolor es muy intenso y la respuesta del paciente suele pasar de una pedrada a un fuerte hachazo. Podemos encontrar un fuerte hematoma de diversos centímetros y es una lesión importante la cual hay que valorar y tomar con consideración con su correspondiente ecógrafo y pautas de rehabilitación.
Volviendo a la lesión de soleo y determinando que es específicamente de soleo (Lo determinaríamos mediante una ecografía), comenzaremos con el tratamiento y una futura prevención.
Comenzaríamos siempre con una fase conservadora para prevenir que se acentué la patología, posteriormente y en función de la porción del soleo que se haya visto afectada realizaríamos tratamientos de punción (técnica invasiva aplicada en puntos para tratar dolores miofasciales), diatermia (técnica no invasiva de calentamiento local en los tejidos), stretching, masoterapia, EPTE, crioterapia…
Tras el tratamiento y como prevención nos focalizaríamos en realizar acciones incidiendo en ejercicios excéntricos, elastificación de musculatura y fijarnos en higienes posturales especificas como la manera de realizar la marcha o la carrera.
Para finalizar, la vuelta a la actividad física debe ser progresiva, así evitaríamos esta recaída que suele provocar una frustración donde entre fuerte componente mental.
Espero que este artículo haya sido de gran ayuda y podemos acercar la fisioterapia a cada uno de vosotros de la forma más fácil posible, al menos esa es mi intención. En Fisioterapia Deportiva Castro contamos con expertos y profesionales a los que podrás consultar más información en nuestra clínica de fisioterapia en Barcelona.
Un saludo y gracias.
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