Año 2020… difícil en muchos sentidos, y esto el cuerpo lo nota.

Si ya es difícil mantener un nivel de actividad física adecuado en el ajetreado día a día, este año lo ha complicado todavía más. Gimnasios cerrados, restricciones de movilidad, un confinamiento… Este tipo cambios drásticos causan estragos en nuestro cuerpo. Con este texto quiero transmitir mi experiencia con multitud de pacientes en los últimos meses en el que me he encontrado un gran aumento de lesiones específicas fácilmente explicables con este vaivén de año que llevamos.

¿Por qué se produce una lesión?¿desgaste o por las famosas “contracturas”?, esto seria mas bien un efecto y no la causa. Una lesión, explicada de la manera más simple, sería cuando se somete a un tejido (tendón, musculo, hueso, nervio…) a una carga/fuerza que no es capaz de tolerar por falta de adaptación a ella. Cuando esto ocurre el tejido en cuestión activa una señal de alarma que muchas veces se acaba traduciendo en dolor y en los casos mas graves se produce la ruptura del propio tejido.

Ahora es fácil entender porque en un año en el que la irregularidad, el estrés y la incertidumbre han acechado especialmente ha sido devastador para la calidad de vida de muchos.

A continuación, os comparto los tres grandes grupos de pacientes que he encontrado:

  • Los que han vuelto con tantas ganas que se han pasado en su actividad física o deporte favorito produciendo con ello una lesión. Frases como “nunca me he lesionado en X años y desde que volví a empezar…” son ahora el pan de cada día. En este caso la solución seria volver al deporte con una reducción de la actividad e ir aumentando progresivamente. En el caso de llevar un mes parado disminuiría la carga total a la mitad, ya sean kilómetros corriendo, peso en el gimnasio o repeticiones con el propio peso, e ir aumentado un 10% semanal hasta llegar al nivel de actividad anterior al parón. En el caso de un par de semanas seria exactamente la misma progresión, pero empezando por un 70%. Estas estimaciones son cercanas a la realidad, pero cada cuerpo es un mundo y no todos respondemos igual por lo que si aparecieran molestias se debería reducir aún más o acudir a tu fisioterapeuta o entrenador personal de confianza.
  • Los que pararon y no volvieron. Has acostumbrado a tu cuerpo a cierto nivel de actividad y ahora no se lo estas dando con lo que se debilita y rutinas que antes no te “cargaban” o “contracturaban” ahora sí, como una jornada de trabajo de 8h. La solución teórica es simple y similar a la anterior, pero como siempre la teoría no es fácil de llevar a la práctica. Lo mejor es consultar con un especialista para llevar a cabo la vuelta a la actividad o para que te de unas pautas de movimiento en casa y así compensar la falta de ejercicio.
  • Por último, te preguntarás ¿si yo no hacía actividad física antes porque ahora también me lo he notado? Las restricciones de movilidad se notan, si ahora teletrabajas lo que antes debías caminar a diario quizás ya no lo haces, o quizás ese paseo por la montaña del fin de semana tampoco y todo esto, aunque parezca que no… suma. No hace falta ir a un gym a hacer ejercicio es, simplemente, moverse lo máximo.

Esta situación nos ha afectado a todos, y eso, sin contar con un factor como el claro aumento de estrés que soportamos, que pese a no “producir contracturas” como se suele decir, si que es capaz de agudizar los síntomas de problemas que teníamos. Si sumamos estrés a la limitación de movilidad, tenemos una buena explicación a porque han aumentado los dolores de origen neuromusculoesquelético este año.

Espero que os ayuden están palabras y, en resumen, ¡moveos!

Pepe Villagordo

Pepe Villagordo

NUESTROS SERVICIOS

CITA ONLINE

CONTÁCTANOS

HORARIO

Lunes a viernes8:00 a 22:00
Sábado y domingoConsultar